De los 299 misioneros de la FMB/IMB que han
servido en el Ecuador, pocos han logrado un mayor y duradero impacto como lo hizo BARBARA LYNN RIVERS (9 abril 1954 – 5 de febrero 2017).
Barbara
llegó a Guayaquil, Ecuador como misionera en 1986 y retornó a los Estados
Unidos en Febrero del 2010 por motivos de salud. Antes de su llegada al Ecuador, Bárbara fue
una misionera en Guatemala por dos años, y estudió español en Costa Rica.
Durante sus
24 años en Guayaquil, Barbara sirvió a su Señor en una variedad de roles:
educación teológica, obra con la Unión Femenil Bautista (UFBME), SAS en Acción (obra
misionera con señoritas), consejera de Teleamigo, ministerio a jóvenes
delincuentes institucionalizados, ministerio a mujeres en prostitución,
fundadora de la Fundación Dorcas y su obra con los ancianos, maestra en temas
relacionados a la educación Cristiana, maestra de la Biblia, autora de material
didáctico y de lecciones bíblicas, guerrera de oración, y capacitador de
líderes en el movimiento de plantación de iglesias en las casas.
Lo que
siempre recordaré de Bárbara era su gran amor por el pueblo ecuatoriano. Su lenguaje de corazón era el Español. En muchas ocasiones conversando con Bárbara, ¡ella no se daba cuenta que
estaba hablando en español en vez del inglés! Ella
prefería leer y estudiar su Biblia en Español. La mayoría de sus amigas más cercanas eran
ecuatorianas y consideraba a la familia de Humberto e Isabel Riofrío como su
propia familia. Bárbara era una fanática de los deportes, especialmente todo lo
relacionado con el programa deportivo de la Universidad de Texas dónde ella
estudió. Su risa contagiosa era algo que le seguía dondequiera que iba.
En abril
del 2011 Bárbara retornó a Guayaquil por última vez para despedirse de la gente
quién tanto amaba. Si no fuera por la enfermedad que padecía que forzó su retorno
a los EE.UU. creo que hubiera continuado viviendo y sirviendo a su Señor en el
Ecuador hasta su muerte. Durante esta última visita, el Municipio de Guayaquil
honró a Bárbara con una ceremonia especial por sus años de servicio social y
sus contribuciones espirituales al pueblo ecuatoriano. Si no me equivoco, Bárbara es solamente una de
dos personas cristianas evangélicas que
hayan recibido dicha reconocimiento por las autoridades locales.
Para mi
esposa y yo, Bárbara siempre será uno de esos misioneros excepcionales que Dios
utilizó para tocar las vidas de tantas personas. Trabajamos juntos con ella por
más de dos décadas y aprendimos mucho por medio de su experiencia y sabiduría,
admirándola siempre por el alto nivel de compromiso que tenía con el Señor. La
hemos extrañado estos últimos siete años, pero regocijamos que por fin Bárbara
está hecha completa y goza en la presencia de su amado Salvador a quién ella
entregó de lleno su vida mientras estuvo aquí en la tierra.
--J. Guy Muse
February 6, 2017
Guayaquil, Ecuador