Saludos de Guido y Linda Muse en El Matal, Cantón Jama, Provincia de Manabí. Después de 35 años de servicio misionero en el Ecuador, mi esposa Linda y yo estamos a pocos días de nuestra salida del país para volver a Texas.
Permítanme
este espacio y su amable atención una última vez para compartirles lo que llevamos en el corazón.
Podría
llenar este espacio con recuerdos, agradecimientos, y un resumen de nuestros
años de servicio, pero la verdad es que a estas alturas nos identificamos más
con las palabras de Jesús, "...cuando
hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos,
pues o que debíamos hacer, hicimos" (Lucas 17:7-10).
Salimos no
con una satisfacción por nuestra pequeña parte en la tarea, sino con gran gratitud
al Señor por su gracia y fidelidad a través de los años. Nuestra copa rebosa de
tantos gratos recuerdos de ustedes nuestros queridos hermanos con quienes hemos
servido lado a lado en la viña del Señor.
Pero también salimos con una carga en el corazón por las almas esparcidos a lo largo del Ecuador que aún no han tenido la oportunidad de oír y conocer a nuestro amado Señor y Salvador en tantos pueblos, cantones, y regiones aún no-alcanzados con el evangelio.
Desde el 16
abril 2016 hasta el presente nuestro enfoque ha sido sobre una de las zonas del
país menos alcanzados: el norte de Manabí. Me refiero a las
aproximadamente 230.000 almas en viven en y alrededor de Bahía de Caráquez, San
Vicente, Jama, El Matal, Tosagua, Chone, Pedernales y Canoa. Estudios
realizados en esta zona cuentan con menos de 20 iglesias evangélicas conocidas
y menos de 500 creyentes bautizados.
Nuestro
regreso a Texas no es para jubilarnos. Sino para movilizar a iglesias y grupos
en USA para venir a ayudarnos cumplir la tarea que aún falta hacerse en el
Ecuador. Especialmente queremos compromisos que adopten estos cantones,
pueblos, y ciudades pequeñas que no cuentan con una presencia evangélica. Por
ejemplo, entre San Vicente y Chone hay más de diez pueblos no-alcanzados sin
presencia evangélica. ¿Quién se compromete ir y adoptar uno de estos lugares?
Por muchos
años creía que el Ecuador ya no necesitaba la ayuda de misioneros del exterior
ya que la iglesia nacional era suficientemente fuerte y desarrollada para así solas
terminar lo que falta hacer.
Pero en los
últimos años he cambiado de parecer. Aunque la iglesia ecuatoriana sí es
fuerte--aún falta visión misionera.
La gran
mayoría de iglesias Bautistas (y evangélicas en general) no salen de su
Jerusalén para abarcar Judea y Samaria. No piensan, no oran, y no dan por las
naciones del mundo aún no alcanzadas. Es por eso que sentimos de parte del
Señor volver a USA, y con la ayuda de Dios, levantar fondos para las misiones, movilizar
a más grupos e iglesias de seguir viniendo para obrar en una de estas regiones no-alcanzadas. ¡Por
supuesto la invitación queda abierta también a todas las iglesias del Ecuador
unirse a la gran tarea encomendada por nuestro Señor hace 2000 años!
Los
Bautistas del ataño tenían un dicho: "Una iglesia Bautista que no hace
misiones no tiene derecho de utilizar Bautista
como parte de su nombre."
Hoy en día
todo el mundo Cristiano habla de las misiones pero pocas son las iglesias que realmente hacen misiones. O
sea, la mayoría somos como dice Santiago 1:22, oidores y no hacedores de
la palabra engañándoos a nosotros mismos.
Como
Bautistas sabemos cuidarnos en tener una sana doctrina. Tenemos buenos programas.
Un liderazgo maduro. Somos organizados y con estructuras y excelentes materiales. Pero en
medio de nuestro orgullo espiritual olvidamos las palabras de Santiago "...la fe, si no tiene obras, es muerta
en sí misma…Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis
obras." (Santiago 2:17-18) Y de todo lo que hacemos como Bautistas, ¿qué obras superan a las que fueron dadas por
Jesús de amar a Dios, amar a otros, y hacer discípulos? Estas tres deberían ser
nuestro enfoque principal sin dejar de hacer todo lo demás que hacemos.
Cuando mis
padres, Jaime y Patricia de Muse, llegaron al Ecuador en 1962 habían 5-6 pequeñas
iglesias Bautistas en el país. Hoy, 71 años después del inicio de la obra
Bautista en 1950, ciertamente hay más iglesias, gloria a Dios. Pero la visión
misionera de esos primeros pioneros fue de plantar sus vidas en llevar el
evangelio a TODA LA NACIÓN, a cada rincón, cantón, provincia, y pueblo. Esa
visión tristemente aún no forma parte del ADN de la mayoría de nuestras
iglesias de la C.B.E.
Pregunto,
¿Dónde están las obras misioneras de nuestras iglesias? ¿Podemos seguir
llamándonos bautistas sin hacer misiones? ¿Cómo podemos justificar delante del
Señor que nuestra visión se limita en solamente llevar el evangelio a nuestra
comunidad dónde vivimos?
En vez de hacer
discípulos en Jerusalén, Judea, Samaria y el mundo, hoy lo hemos sustituido con
conferencias en Zoom, intercambios de videos interesantes, información sobre el
Covid, devocionales y meditaciones en Facebook y WhatsApp, y la nueva modalidad
de cultos online. Todos son actividades vistas como legítimas pero, ¿Estamos
usando la pandemia como una excusa para olvidarnos que hay siervos en el campo
que necesiten más que nunca nuestras oraciones, nuestro apoyo económico, y
palabras de ánimo?
Por ejemplo,
la hermana misionera nacional con quién trabajamos acá en El Matal ha vivido y
ministrado aquí por cinco años bautizando más de 70 hermanos y abriendo seis
iglesias en casa. Gracias al apoyo de Impacto Mundial, está por abrirse un nuevo
centro comunitario para llegar a las madres solteras, adolescentes y niños. Ha hecho una hermosa labor. Pero en estos
cinco años de labor intensa ninguna iglesia le ha enviado una ofrenda. Ella ha vivido por fe durante todo este tiempo
de las oraciones y ofrendas de hermanos quienes la conocen.
Pregunto
Hno. Pastor, ¿Usted serviría cinco años en el lugar dónde el Señor le ha puesto
sin apoyo económico? Creo que no, pero así somos con los siervos quienes dejan
todo para ir a lugares donde nadie más quiere ir. Ciertamente lo hacemos por
amor al Señor y su llamado, pero ya es tiempo que la iglesia asume su
responsabilidad de abarcar no solo en palabra, sino con hechos nuestra Judea,
Samaria, y lo último de la tierra. Si nosotros no podemos ir a estos lugares
aislados y difíciles, por lo menos podemos apoyar a los misioneros que sí están
dispuestos hacerlo.
En los tres
años que hemos estado obrando en El Matal, además de la ayuda continua e
incondicional de los hermanos de Impacto Mundial, han llegado exactamente DOS
grupos de hermanos de iglesias bautistas para ayudarnos con la obra en esta
zona. Hemos tenido algunos grupos e
individuos de otros países, pero casi cero ayuda de las iglesias del Ecuador. Una excepción es la Iglesia Bautista Nueva
Jerusalén de Guayaquil que sí están trabajando en la zona desde el 16A en Jama
y hoy tienen una linda misión en Jama. Como he compartido muchas veces con el
Pstr. Freddy Jara, ojalá las otras iglesia ven su ejemplo y empiecen a hacer lo
mismo en los tantos lugares donde no hay obra Bautista, ni evangélica. Pero
hasta la fecha, desconozco de otras iglesias bautistas obrando en esta vasta
región poblada. En verdad me extraña que las iglesias bautistas de Manabí
quienes han recibido obra misionera por décadas, no toman en serio hacer lo
mismo en su propia provincia.
En verdad
vamos a extrañar inmensamente al Ecuador con nuestra salida. Yo he vivido 46
años de mi vida en este bello país. ¡Me siento más ecuatoriano que
estadounidense! Al escribir lo anterior varias
veces me salieron lágrimas por nuestra salida y aún tanto por hacerse en ver a un Ecuador para Cristo. Nuestro corazón está con ustedes y con una
pasión que aún arde por los pueblos y gente desde “el Carchi al Macará” que aún
no conocen del Salvador.
Pedimos sus
oraciones por nosotros durante este tiempo de transición.
Les amamos en Cristo.
-Guido y Linda Muse
Mayo 2021